Hace unos días, os hablamos de nuestros añorados salones recreativos y de lo que significaron para muchos de nosotros. Por aquellos años, era impensable para muchos el poder jugar a los títulos que disfrutábamos en las máquinas arcade en nuestra propia casa, pero por suerte, de algunos de esos títulos las compañías nos regalaron conversiones para nuestras consolas domésticas favoritas.

Muchas de esas conversiones no siempre fueron fieles reproducciones de su hermano mayor, algunas se quedaban en tristes aproximaciones que pasaron por el mercado sin pena ni gloria, y la gran mayoría se veían recortadas, principalmente en su aspecto técnico, para poder adaptarse al hardware inferior para el que se estaban desarrollando. Independientemente de todo esto, hoy no es el día de entrar en debates sobre qué conversiones arcade fueron o no las más acertadas (tema que trataremos próximamente) si no de hablar de uno de esos juegos de gran éxito en lo salones recreativos y que fue portado a la Mega Drive de SEGA, hablamos de The Punisher.

The Punisher es uno de esos juegos que con el tiempo se ha ido ganando a muchos, pero también es odiado por tantos otros. Su versión arcade llegó al mercado en 1993, y pronto se convirtió en un clásico de los salones recreativos en nuestro país. El carisma de sus personajes y, sobre todo, su gran calidad técnica y altas dosis de acción y diversión hicieron que se convirtiera en uno de los favoritos del público.

Su versión doméstica llegó al mercado europeo de la mano de Capcom, aunque desarrollado por Sculptured Software, entrado ya el año 1995 (en Estados Unidos, el juego fue lanzado casi un año antes que en nuestro territorio) con muchos usuarios ya con su mente (y su bolsillo) pensando en las consolas de nueva generación. Esto hizo que las ventas de The Punisher a nivel Europeo no fueran demasiado elevadas, convirtiéndolo hoy en una de las rarezas del catálogo de la consola de SEGA.

A nivel técnico, y como lógicamente podíamos esperar, nos encontramos ante una versión inferior a su versión arcade, aunque luce muy bien tratándose de un juego para Mega Drive. El tamaño de los sprites es más reducido, así como el detalle tanto de los propios personajes como de escenarios. Sin entrar a comparar con la versión arcade, los escenarios son bastante detallados y coloridos, lo que unido a un buen diseño de personajes y unas animaciones bastante fluidas y logradas, redondean un buen apartado gráfico.

A la izquierda, capturas de la versión arcade del juego, a la derecha de la versión para SEGA Mega Drive. Las diferencias a nivel gráfico son evidentes, aunque hay que reconocer el esfuerzo que se hizo en la conversión a la consola de SEGA

También el aspecto sonoro se ve mermado, la riqueza de las melodías de la versión original queda algo deslucida en la conversión, aunque quizá este aspecto se deba más a un peor trabajo realizado que a las propias limitaciones de la consola, pues creo que Mega Drive puede dar más de sí, como se demuestra en muchos otros títulos (y sobre todo, jugando en el sistema original, los emuladores no suelen ser demasiado fieles a la hora de reproducir el sonido en muchos juegos).

Sí, sabemos que las comparaciones son odiosas, y a día de hoy, que podemos disfrutar casi en cualquier plataforma de nuestros arcades favoritos, son muchos los que tachan la versión para Mega Drive de The Punisher de un mal juego respecto a su hermano mayor. Hay que tener un poco de perspectiva, y pensar en que para cualquiera de los que en su día disfrutamos de éste juego en los salones recreativos el poder tenerlo para nuestra consola doméstica era todo un privilegio. Además, obviando las lógicas limitaciones técnicas, nos encontramos ante un juego muy divertido, con una gran jugabilidad y muy fiel a lo que podíamos encontrarnos en su versión arcade.

Como dato curioso, mencionar que además de los recortes técnicos, el juego también fue censurado en algunos aspectos. Por ejemplo, no nos encontraremos a ciertos enemigos tan ligeros de ropa como sí podíamos verlos en la versión arcade, así como que fueron eliminadas algunas escenas de especial violencia, como la ejecución a bocajarro del enemigo final de la primera pantalla.

En resumen, un buen beat em up, y que se suma a la lista de grandes exponentes del género que podemos encontrar para Mega Drive. A nivel coleccionista, como ya mencionamos unas líneas más arriba, nos encontramos ante uno de los juegos más buscados del catálogo de la consola. Suma varios de los factores que hacen que un título se encarezca. Por un lado, nos encontramos ante un buen juego, lo que ya hace que sean muchos los que quieran tenerlo en su estantería. Y por otro, estamos ante un título del que no se distribuyeron muchas copias si lo comparamos con otros lanzamientos para Mega Drive. El cóctel perfecto para que su precio se haya multiplicado en los últimos años.

Si nunca habéis tenido el placer de jugarlo, nunca es tarde para descubrir un título como The Punisher en cualquiera de sus dos versiones. Siempre es buen momento para ponerse en el pellejo de The Punishier o del bueno de Nick Fury y repartir unos cuantos mamporros. Y recuerda, como buen beat em up, siempre mejor jugarlo en buena compañía.

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