Desde hace unos años hasta hoy, hemos visto cómo el mundo del coleccionismo dentro del videojuego clásico ha ido haciéndose cada vez más popular. Antes éramos unos pocos los que nos declarábamos “coleccionistas” y casi se nos veía como bichos raros, hoy es una moda que -pasajera o no- se está abriendo un hueco importante dentro de la industria del videojuego.

Es lógico que al aumentar la demanda los precios hayan ido creciendo de forma exponencial, hasta llegar a cifras que en muchos casos sólo están a la altura de los bolsillos más pudientes, especialmente si nos adentramos en los sistemas más codiciados. Pero hoy no queremos hablar de la locura de los precios, eso lo dejaremos para otra ocasión, si no de los mercados paralelos que están surgiendo a la sombra del coleccionismo de videojuegos clásicos. Sí, por si no lo habéis adivinado aún, nos referimos a las falsificaciones -o como a algunos les gusta llamarlos, a las reproducciones-.

Aunque ahora están más de moda de nunca, las famosas repros llevan en el sector más tiempo del que pueda parecer a muchos. Sin contar con las copias bootleg de la época para sistemas como NES o Gameboy entre otros, tan comunes en su momento, lo que hoy conocemos como repros se empezó a popularizar hace unos 10 o 15 años con las llamadas “conversiones” para NeoGeo AES. Las conversiones eran falsificaciones de originales que se realizaban extrayendo las memorias originales de cartuchos MVS (el sistema arcade de NeoGeo) para sustituirlas en cartuchos de NeoGeo AES de poco valor. Esto no sólo se hacía para obtener copias de juegos caros del catálogo, si no también para portar a formato doméstico juegos que eran exclusivos para arcade, como por ejemplo el famoso Neo Drift Out.

Las conversiones para NeoGeo AES ya nos pusieron a muchos en alerta sobre lo que podría terminar ocurriendo en otros sistemas. Y vaya si ocurrió. Hoy ya nadie se entraña de ver a la venta falsificaciones de juegos prácticamente para cualquier sistema, y lo peor de todo, es que para muchos usuarios  -sobre todo los últimos en llegar- está normalizado como algo bueno para el sector.

Es habitual encontrarnos con multitud de material falsificado en cualquier aplicación de compraventa, ya sean cajas que acompañan cartuchos originales o directamente juegos completos

Pese a que pueda parecer algo irrelevante o que no supone un problema para nuestra afición, hay varios detalles a analizar en todo lo que rodea al mundo de las falsificaciones. No voy a entrar a valorar a nivel personal lo que cada uno haga en su casa y con su propio dinero, evidentemente entiendo que haya gente que no está dispuesta a pagar lo que cuestan algunos juegos originales hoy en día y soy consciente de que luce mucho mejor un juego “completo” en la estantería que un cartucho suelto, pero lo cortés no quita lo valiente. 

El principal y más sangrante problema de todo esto viene cuando esa “inofensiva” repro que por lo general, será una copia de un juego raro o de alto coste económico, se hace o intenta hacer pasar por un juego original a la hora de venderlo. Lógicamente, hablamos de un porcentaje reducido, ya que en este caso nos encontramos directamente ante un timo o estafa, pero es algo que ocurre cada vez de forma más habitual. Y recordemos que hablamos de juegos que pueden superar holgadamente los cientos de euros en muchos casos. Sí, muchos dirán que compran repros “para uso particular” o que en caso de venderlo, lo harán indicando que es una reproducción. Pero ese porcentaje siempre estará ahí, nos guste o no.

A parte de todo esto, siempre donde esté la oportunidad habrá alguien esperando para hacer negocio, y en esta ocasión no iba a ser menos. Con la popularización de las reproducciones han ido surgiendo numerosos vendedores que se dedican a la comercialización de este tipo de producto, ofreciendo un amplio catálogo de cajas, manuales o cartuchos falsificados. De nuevo, puede parecer algo inofensivo pero repetimos, estamos introduciendo en el mercado un gran numero de falsificaciones que hoy se pueden estar vendiendo como lo que son, pero no sabemos qué ocurrirá mañana con ellas.

Además, y esto es algo que principalmente se deberían plantear estos “fabricantes”, con sus prácticas se están saltando todas las leyes del copyright habidas y por haber, porque no hay que olvidar que los juegos que venden no tienen ningún tipo de licencia por parte de sus desarrolladores o distribuidores originales, lógicamente esto sólo tiene un nombre y no es precisamente el de repro si no como la propia Real Academia de la Lengua indica es el de falsificación.

Por si no tuviéramos bastante, últimamente se están poniendo de moda lo que muchos quieren llamar “ediciones especiales” o “ediciones tributo” a ediciones una vez más falsificadas en las que incluyen ciertos materiales extra como pegatinas, póster, etc y que quieren vender como ediciones limitadas. De nuevo, nos encontramos ante falsificaciones a las que quieren añadir un punto extra de valor u originalidad, y aprovechando el momento del mercado actual, vender con mayor facilidad. No os dejéis engañar, seguimos estando ante un producto sin licencia y de escaso valor a nivel coleccionista, además de una calidad cuestionable en cuando a diseño y producción en la mayoría de los casos, tanto a nivel de packaging como del propio hardware, llegando en ocasiones hasta a comprometer el buen funcionamiento de vuestras consolas. 

Otra de las tendencias en el mercado de las falsificaciones es la de editar en formato físico juegos que, por ejemplo, no se vendieron traducidos a nuestro idioma o que directamente no salieron en nuestro mercado. De nuevo en este caso, además de vulnerar una vez más el copyright de la obra original, se utilizan traducciones que en su gran mayoría se han desarrollado por la comunidad de usuarios de forma completamente altruista para obtener un beneficio por parte de estos vendedores sin ningún esfuerzo.

Os puedo asegurar, y lo digo con conocimiento de causa, ya que llevo bastantes años trabajando en el mundo del diseño gráfico y colaborando prácticamente a diario con imprentas, que el margen de beneficio de la gente que fabrica falsificaciones es bastante amplio y que es un negocio muy rentable para ellos. Esta publicación no busca la polémica ni muchísimo menos, simplemente es una reflexión para los que dudan al respecto de la compra o no de reproducciones. Hay que ser conscientes de que se está fomentando un negocio que al final afecta al mundo del coleccionismo y que además lleva en ocasiones al engaño o a la desinformación a muchos de los menos iniciados en esta bonita afición.

Últimamente estamos demasiado habituados al “lo quiero tener todo y lo quiero tener ya”, y precisamente el mundo del coleccionismo de videojuegos clásicos debería tender a lo contrario. Disfrutar de la búsqueda de ese juego que llevamos años esperando tener, pasar días o meses buscando algo para al final encontrarlo es una de las sensaciones más mágicas que el coleccionismo nos ofrece. Comprar una falsificación destruye toda esa magia, pues a fin de cuentas, estás comprando algo sin alma además de fomentar que alguien se llene los bolsillos con ello.

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