Cualquiera de los que estéis leyendo estas líneas y seáis aficionados al coleccionismo de videojuegos clásicos seguro que sois también para bien o para mal, usuarios habituales de la ya famosa aplicación de compraventa Wallapop. En pocos años, esta app se ha convertido en la plataforma por excelencia, ya no sólo de la compra y venta de videojuegos, si no de todo tipo de artículos, democratizando la venta de objetos de segunda mano y facilitando a muchos el encontrar un comprador para “eso” que tenemos en casa y queremos quitarnos de encima.

Centrándonos en lo que nos interesa, el sector del videojuego, no son pocos los que piensan que Wallapop ha hecho más daño que otra cosa, y que “por su culpa” los precios no hacen más que subir. ¿Es cierto esto? Ese tipo de afirmaciones pueden tener, en parte, algo de razón, pero recordemos que no es la aplicación la que sube los precios, si no los propios usuarios los culpables de esto, aunque sí podemos culpar de algo a la famosa app, y es de dar a los usuarios esa información que les lleva a subir los precios, o mas bien podríamos definirla como desinformación.

Wallapop pone al alcance de cualquiera una gran cantidad de datos, que ciertos o no, son los que condicionan a muchos usuarios a la hora de valorar un juego o artículo que va a poner a la venta. Es habitual que, cuando una persona decide poner un juego a la venta y desconoce su precio real de mercado, echar un vistazo en Wallapop para ver a qué precio se puede encontrar ese mismo artículo. Lo normal es que ese usuario no tome como referencia el más barato, por puro interés tenderá a fijarse en los precios más elevados, y esa es la referencia que tomará para su venta.

El baile de precios es algo más que habitual a la hora de buscar un mismo producto en condiciones similares dentro de la famosa aplicación de compraventa

¿Que es lo que ocurre con esto? Los que estamos iniciados ya en este mundillo sabemos que son muchos los factores que influyen a la hora de valorar un juego (estado de conservación, desgaste, si conserva todos sus manuales e inserciones publicitarias, región, etc) pero hay gente que desconoce todos estos detalles, y que sólo se fija en el precio, creando con ello además un nuevo precedente para el próximo usuario que busque el precio de ese mismo artículo como referencia. Al final, nos encontramos con una gran cantidad de artículos con precios inflados, y que pueden estar semanas o meses a la venta sin venderse, pero que ahí están, para desinformar a muchos incautos y generar esa falsa sensación de que ciertos juegos cuestan mucho más de lo que es su precio real de mercado.

Lógicamente, esto genera bastante frustración en los compradores que, intentando hacer ver al vendedor que su precio no es del todo correcto, reciben en multitud de ocasiones la respuesta negativa a sus ofertas por parte de éste, pensando que tiene una joya entre manos de un valor mucho más elevado del que realmente alcanzará en caso de venderse. 

Todos los que ya llevamos algún tiempo coleccionando sabemos que los buenos tiempos, donde era fácil encontrar material a precios más que razonables ya pasaron, eso es un hecho, pero de ahí al momento de inflación que vivimos actualmente hay un mundo. Sólo hay que darse una vuelta por plataformas como eBay y comparar precios de subastas finalizadas con anuncios en formato Cómpralo ya o anuncios de otras plataformas como la mencionada Wallapop para darse cuenta del gran baile entre unos precios y otros, siendo fácil ver diferencias de más del 100% de su valor en demasiadas ocasiones.

En la imagen superior, vemos un artículo que en subasta ha terminado a un precio de 152€, mientras que en “Cómpralo ya” el vendedor en cuestión pide 499€. La diferencia es abismal, lo que demuestra que muchas veces es mejor esperar a la oportunidad antes que pagar más de la cuenta

Independientemente de todo esto, es evidente que no se puede culpar a las plataformas de compraventa de la escalada de precios, porque de una forma u otra los juegos habrían subido de igual manera, ya que en los últimos años hemos visto cómo todo lo relacionado con los videojuegos clásicos ha cobrado mucha más relevancia, levantando el interés en muchos usuarios que se han animado a comenzar a coleccionar, incrementando la demanda y con ello los precios. Y a la sombra de cualquier cosa que genere interés, siempre surgen los oportunistas para intentar aprovechar la ocasión de hacer dinero fácil, algo inevitable. Tema a parte a tratar con más detalle en otro momento es el de las estafas a través de este tipo de aplicaciones, donde de nuevo no se puede culpar a la plataforma como tal, si no a la propia codicia del ser humano.

No son pocas las veces que he escuchado a muchos demonizar sobre el momento actual del mercado, pero se ha de asumir que en ello no influyen ni las apps de compraventa, ni los reventas ni otros factores externos, si no la propia demanda y sobre todo los propios usuarios que cada vez accedemos a pagar más dinero por ese juego que deseamos añadir a nuestra colección, no hay mas. Y por desgracia no tiene pinta que, al menos a corto plazo, la famosa burbuja vaya a desinflase, esperemos que al menos la escalada de precios se frene.

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